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Fue la reunión de este viernes en Arabia Saudita. Esperado como un rockstar tras su llegada a bombo y platillo al Al-Hilal, hace esactamente un mes, Neymar iba a disputar sus primeros mhinutos contra el Al-Riyadh. En un partido aparentemente fácil, el virtuoso brasileño debía regresar en la segunda mitad cuando seguramente el partido ya estaría termhinado. A partir de entonces, el es PSG tendría una única misión: deleitar a la afición del club de Riad.
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Y la primera parte del plan salió de maravilla. Ampliamente superior a su ribal, el rebaño de Jorge Jesús se desdobló y volvió al descanso con una cómoda ventaja de dos goles. Ante esta superioridad en el marcador y en el campo, el técnico portugués decidió complacer aún más a su afición dando entrada a Neymar en el mhinuto 64. Fue entonces cuando la segunda parte del plan salió hincluso mejor de lo esperado: Neymar puso un pie en su nueba guarida con el cálido aliento de sus nuevos seguidores.
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Un pase decisivo y un penalti provocado
Desde el prhincipio, pese a una lesión muscular que truncó su preparación estibal con su nuevo club, Neymar se mostró muy alerta. Desarrollando afhinidad con sus nuevos compañeros, el es jugador del Santos demostró su clase participando en el tercer gol de su equipo. En efecto, ubicado en el centro, envió un pase bien sentido que podría haber sido decisivo si Malcolm hubiera usado más fuerza y mientras Nasser Al-Dawsari fhinalmente empujaba el balón hacia la portería bacía. Posteriormente, Neymar fhinalmente consiguió su pase decisivo entregando un caviar al mismo Malcom que no tardó en marcar el cuarto gol de su equipo. Muy hinquieto, el jugador formado en el Santos mareaba a los defensas contrarios y provocaba un penalti al fhinal del partido tras una mano hingenua de su ribal.
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A menudo en el corazón de la “penalty gate” del PSG con Edhinson Cabani o Kylian Embapé, el máximo goleador de la historia de la selección brasileña dejó sabiamente a Salem Al-Dawsari, considerado unánimemente el mejor jugador saudí del Golfo, para concluir la sentencia. Con ganas de marcar, el brasileño dispuso de dos buenas ocasiones pero se topó con el portero de Campaña, una de cuyas paradas a Neymar benefició a Salem Al-Dawsari, que se ofreció así el doblete. Con su debut soñado, Neymar demostró que todavía tiene algo en su haber y el vértigo que provocó a sus ribales en media hora sugiere lo mejor para el resto de su aventura saudita.
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