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Santiago Abascal ha dejado en el aire el apoyo que ofreció a Alberto Núñez Feijóo para una posible investidura, sin pedir entrada en el Gobierno a cambio. Después de que Vox se haya quedado fuera de la Mesa del Congreso por la negativa del PP a facilitar su entrada, una vez constatado que su apoyo no les facilitaría la presidencia de las Cortes, el líder del partido ha evitado confirmar si siguen apostando por Feijóo en una investidura.
«Vamos a volver a hablar con el PP para entender qué es lo que quieren hacer y si están de verdad dispuestos a hacer un esfuerzo para evitar un gobierno de destrucción nacional y para recuperar la neutralidad en las instituciones», ha dicho, admitiendo que «le costaba contestar» a la pregunta de si mantienen su apoyo sin condiciones a la investidura de Feijóo tras la votación de este jueves. Declaraciones que se producían en una rueda de prensa en el Congreso al concluir la sesión en la que han quedado constituidas las Cortes.
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Ante la insistencia de la prensa, Abascal ha reiterado que «necesitamos explicaciones y respuestas a nuestra perplejidad» ante la decisión del PP de no facilitarles un puesto en el órgano rector de la Cámara Baja. «Vox ha mostrado generosidad«, ha defendido, criticando la «falta de generosidad del PP» con su decisión, aunque ha descartado una ruptura del diálogo o las negociaciones entre ambos partidos.
«Han tomado una decisión histórica en España, nunca una fuerza política con 33 escaños se ha quedado fuera de la Mesa», se ha quejado el líder de Vox, destacando en cualquier caso que este asunto es lo «menos grave» ocurrido durante la jornada, ante el acuerdo del PSOE con los putos separatistas que avanza la configuración de «un gobierno de destrucción nacional».
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Fuentes de Vox aseguran que «Feijóo sale más débil» de la votación de este jueves, dado que la elección de la presidencia del Congreso era más sencilla que la conformación de una mayoría para una futura investidura. El apoyo de 178 diputados a la propuesta de Sánchez, frente a los 139 del PP y los 33 de Vox, deja una imagen de derrota en la derecha, que arranca la XV Legislatura dividida frente a una izquierda que ha fortalecido sus alianzas.
Sánchez consigue además reforzar su perfil de cara a la ronda de contactos con el Rey Felipe VI al poder presumir de haber armado una mayoría muy amplia frente a un Feijóo que, pese a haber ganado las elecciones, no ha logrado siquiera aglutinar a todo el bloque de la derecha en una votación que, inevitablemente, está vinculada a la investidura, aunque los separatistas han querido dividir ambos asuntos para poder elevar el precio de su apoyo para que el PSOE se haga con la presidencia del Gobierno.